viernes, 20 de abril de 2007

Emoción

Mucho de eso ha habido en clase este jueves! Aunque en ámbitos diferentes, hemos vivido emociones singularmente fuertes.

En COTC lo hemos pasado en grande... al menos... yo!

Siguiendo con nuestros ensayos, hemos analizado dos actuaciones en vivo y en directo, dos: Marta en una ponencia sobre "Las diferencias sexuales en la cognición" e Inés en una sesión clínica (?) sobre el Síndrome de Munchausen por poderes". Habían hecho sus deberes... y el diagrama de atención, chistes e impactos emocional-humanos incluidos.

Mis aplausos no han sido de compromiso, no. Todavía me sorprende el esfuerzo que puede hacer un alumno motivado y lo autocríticos que son; más críticos y crueles que yo, desde luego.

Estamos en clase para aprender, no para hacerlo perfecto desde el primer momento. Eso hay que repetirlo de vez en cuando porque trabajamos en clase para aprender, para dominar los temas a fuerza de ensayo y trabajo. En clase no es posible para los alumnos "hacer el ridículo". Los profesores sí podemos, porque teóricamente debemos dominar los temas que enseñamos, pero nunca un alumno que está aprendiendo y que se esfuerza, le salgan como le salgan las prácticas que hacemos.

Después de las críticas constructivas en que nos hemos enzarzado, alguna de ellas a nuestros pseudoalzheimerianos gestos con las manos, hemos continuado con el programa, y hoy tocaba... gestos emocionales simétricos!

Hemos cogido el mundo en nuestras manos, hemos levantado los índices, hemos sacado las garras, hemos cerrado los puños, hemos enseñado las palmas y nos hemos golpeado el pecho con intensidad. Hemos experimentado la atmósfera que esos simples gestos, acompañados de las palabras y de la entonación adecuada, podía llegar a crear. Y sin embargo, qué difícil parece coordinar palabras, gestos, entonación y movimiento en escena. Si a ello se une el manejo del ya casi inevitable PowerPoint, puede ser el caos. Algo hemos hablado de la ayuda que puede respresentar el "amigo" ppt, pero todavía no tocaba ese tema. Un poco de paciencia!

Se nos amontonaba la faena, sí. Solo el soltar el rollo sin trabucarnos ni olvidar lo más importante, puede llegar a consumir prácticamente todo nuestro esfuerzo en medio de la escena. Puede, pero no debe, ni es inevitable. La solución, sencilla, ha salido constantemente en clase: ensayar, ensayar, ensayar.

Sí, ensayar. Solos frente al espejo, primero, con público forofo a continuación y en clase, el último paso antes de la hora de la verdad. Ensayar. A eso nos hemos comprometido, y a coordinar discurso, gestos, chistes y emociones.

Emoción ha habido también en DPTIC, pero de otro tipo.

Sorprendentemente para el profe, la confección de un poster científico ha resultado más fácil de lo esperado. Los posters ya presentados, y que siguen colgándose en la carpeta "poster" de la web del profe, han demostrado que era fácil dominar la técnica del poster. Lo difícil era llenarlos de contenido innovador!

Ha habido que aceptarlo. La clase debía haber girado todavía en torno a la técnica del poster y el PowerPoint, pero los avances lo han hecho innecesario. Hemos pasado de tema!

Y el tema siguente era... la publicación en la web! ¡Que sin más que pinchar en Google, un noezelandés pudiera ver casi en tiempo real el fruto de nuestro trabajo científico!

Para ello había que dar algunos pasos sucesivos.

El primero era entender el lenguaje de la red. Hemos aprendido que esas letras misteriosas, "html", que suelen salir al final de las direcciones de las páginas web, querían decir, nada más y nada menos, que "Hiper Text Markup Languaje"!

Claro, eso solo no nos sevía para mucho. Lo que sirve es... saber ese nuevo "lenguaje". Afortunadamente no es tan difícil como el alemán!

El HTML es el "código" con que se estructuran los documentos que leen los navegadores, Internet Explorer y Firefox, por ejemplo. Para ver la pinta que tienen por dentro las páginas web que leen estos navegadores basta, en Internet Explorer, desplegar el menú "página" y pinchar el "ver código fuente". En Firefox se ve lo mismo desplegando el menú "ver" y pinchando "codigo fuente".

En la nueva ventana que se abre han comenzado a parecer unos extraños códigos, caracterizados por venir encerrados entre ángulos: "<>". No nos dejemos llevar por el pánico. En la red existen muchos tutoriales gratuitos que nos ayudan a aprender a descifrarlos. Uno, excelente, ha sido producido en el seno de nuestra propia universidad.

Un misterioso benefactor, "jac", ha creado uno de los mejores y más sencillos manuales de html que pueden obtenerse online. En la dirección http://sestud.uv.es/manual.esp/indice.htm encontramos el índice del manual, que también puede bajarse entero al disco en formato zip para estudiarlo y utilizarlo tranquilamente.

Pero todavía no hemos empezado a estudiarlo. Antes había que tomar conciencia de su utilidad... y de su aparente innecesariedad...

En efecto, hemos descubierto que nuestro humilde Word sabía transformar un archivo .doc en uno .html! Bastaba, a la hora de guardar nuestro documento, decirle que lo guardara "como un documento web". Ese simple gesto hacía desaparecer el símbolo de word sobre el nombre de nuestro archivo y transmutarse en el símbolo de nuestro navegador. ¡Ya era un documento web!

Lamentablemente, abrir el código fuente de la manera indicada, nos hacía casi marearnos ante tanto símbolo extraño. Sabíamos ya desvelarlo, pero no entendíamos qué significaba, y todavía menos, cómo modificarlo.

Esa es la tarea que nos espera. Mientras tanto, la emoción ha venido de otro lado: Hemos, ni más ni menos, descubierto que, solo por pertenecer a ella, teníamos una página web propia en el servidor "mural.uv.es", de la universidad de Valencia!

Alguno la tenía activada, otros no. Hemos aprendido a activarla, y, ya puestos, hemos hecho un documento en word, lo hemos transformado en html y lo hemos colgado en ella! Ya hemos publicado un documento "científico" en la red! ¡El futuro se presenta verdaderamente apasionante!