jueves, 25 de enero de 2007

El Santo Grial

¡Nunca lo hubieramos imaginado! El "proyecto educativo" del que hablábamos es, nada más y nada menos, una manifestación museológica del Santo Grial, versión Indiana Jones.

En efecto. Repasemos las virtudes de tan singular cáliz: Previene del envejecimiento, cura las enfermedades y transforma lo vulgar en sublime. Talmente! De este Grial habíamos visto sus primeras potencialidades: Su sola presencia, bien manifestada, aseguraba la adecuación de los objetivos transversales y de los objetivos generales de una propuesta museológica, a su contexto histórico-social y cultural. La errónea selección o adecuación de estos objetivos aseguraba una evolución patológica. Nada más y nada menos: Salud o enfermedad.

En este camino, hoy hemos profundizado en otras no menos importantes: La primera tiene que ver con eso que tanto hemos buscado: la gente.

¿Para quien, el museo? ¿Para "todo el mundo"? Siii!!! Bueno... NOOOO!!!

Esto... Sí y no. Para todo el mundo, junto, pero no revuelto. "Todo el mundo" es una colección de montoncitos de gente, agrupada por determinadas características: edad, educación, residencia, intereses, circunstancias familiares... Todas las que genera esta sociedad en que vivimos.

Y esto debe ser así porque cada colectivo que se pueda individualizar responde a unas esperanzas, a unas exigencias, a unas necesidades específicas. Solo conectando con ellas se puede llegar a interesarlos y engancharlos en los objetivos generales que hemos elegido, en un mundo en que no faltan propuestas de distracción.

"Públicos objetivo". Ya podemos utilizar propiamente esta terminología. Un buen proyecto educativo hace una buena selección de públicos objetivo. Un mal proyecto educativo hace una selección inadecuada. Las consecuencias: una nueva enfermedad genética con la que deberá cargar el proyecto. museológico y cuyos signos sueles estar asociados al vacío.

Bien hecha la selección, viene una nueva elección: ¿Y qué pretendemos de ellos? ¿Que deberá aportar nuestra propuesta museológica a cada uno de esos públicos objetivo?

Está claro que no se puede pretender lo mismo de todos, ni que todos lean los mismos paneles, que lean algo, incluso! El proyecto educativo debe seleccionar, para cada público objetivo, una serie de "objetivos específicos". Lo que cada miembro de ese montoncito particular puede llegar a alcanzar, desde unas sonrisas a una tesis doctoral.

Todavía no hemos nombrado los "contenidos" de nuestro museo. No hay que procuparse. En un buen proyecto educativo, todavía no tocaba. Toca ahora.

Un museo es una propuesta de educación no formal que se plantea en función de los NIVELES en que cabe interaccionar con los visitantes. Es decir, NO es una propuesta de educación formal, una clase, vamos. En un museo cabe pretender que sean los propios contenidos, desde objetos preciosos a seres vivos, del museo los que transmitan, comuniquen, fomenten que los visitantes se enganchen, disfruten, alcancen los objetivos que se pretendían cuando se promovió el museo. Para eso se invierte el dinero, no?

Ahora, es ahora, cuando deben diseñarse las actividades que tendrán lugar en el museo. Desde mirar extasiados un objeto notable a escudriñar una maqueta, tocar cuatro botones, rodearse de luz y sonido o dialogar con un ser singular. Un buen diseño de actividades tendrá como premio el que cada público, a su nivel, disfrutará, apreciará, guardará en su bagaje cultural, comprenderá aquello que se pretendía al pensar en él como "cliente" del museo.

Y cada actividad vendrá representada por un módulo de comunicación. ¿Un planetario? ¿Un objeto único? ¿Un panel kilométrico? Lo que toque!

Ahí está el tema: en elegir los contenidos en función de los objetivos y no al revés. Muchas veces tener cien objetos preciosos es más perjudicial para la buena comunicación de un museo que uno solo, bien contextualizado. Nos lo enseñó bien el Museo de Prehistoria!! La mala elección, también sabemos ya, por experiencia directa, a donde conduce.

Es decir: todas la elecciones a que conduce nuestro Grial, nuestro "proyecto educativo", son críticas. Error de elección = error genético = museo enfermo. Acierto = gente satisfecha = museo lleno = vida eterna!

Es poderoso nuestro Grial. Transforma fósiles en seres llenos de vida, pero mál utilizado reduce grandes inversiones, y grandes esperanzas, a puro polvo.

Nos hemos puesto solemnes. Hora es de terminar. El camino ha sido largo, Mucha la historia natural que ha pasado ante nuestros ojos. Se han sucedido las generaciones, el progreso, la renovación, el éxito evolutivo. Han aflorado las enfermedades, genéticas y oportunistas. Hemos construido nuestro arsenal terapéutico. Corto, demasiado corto ha sido el tiempo. Pero nos ha transformado. Nunca más miraremos los museos con los mismos ojos.

Gracias por vuestra atención y por vuestro esfuerzo. Gracias. Espero haber sido digno de ese esfuerzo.

miércoles, 24 de enero de 2007

Son museos!

¡Nos ha costado! Uf, cómo nos ha costado! El salto era largo y nos hemos tenido que apoyar en algunas piedras, pero hemos llegado. ¡Los parques temáticos - parques temáticos, son museos!

Hemos tenido que hacer, de nuevo una incursión en la historia. Hemos tenido que retroceder hasta las exposiciones universales, especialmente las de París (1889) y Chicago (1892) y analizar algunos de sus contenidos. Hemos tenido que recuperar de la historia los primeros ecomuseos (el nombre se oficializó en 1971), entre ellos Skansen, en Suecia. Finalmente, nos hemos asomado al enorme mundo de los "Open air museums".

Con esos antecedentes, la aproximación de "museos" y "parques temáticos" se hacía más y más natural. El genio de Walt Disney conjugó ambas realidades y les añadió un toque personal, en el que diversión y educación se aproximaban hasta fundirse. Nacía una nueva generación de museos.

Esta nueva generación iba a mostrarse todavía más rica de lo que en principio parecía. A sus filas iban a incorporarse manifestaciones ciudadanas temporales e incluso ciudades enteras, transformadas en verdaderos "parques temáticos abiertos". Xel-Ha, el conocido parque temático de la Riviera Maya, ha puesto la guinda de nuestro pastel.

Reconfortados con la vista de las playas de Xel-Ha y de la cultura maya que las rodeaba, hemos hecho un nuevo esfuerzo por comprender hacia donde se dirigen los museos en el siglo XXI.

¡Una nueva generación, hija de internet, nos esperaba! Internet ha cambiado radicalmente la comunicación en el mundo actual. Muchos museos se lanzaron a aprovechar la oportunidad y armados de scanners y cámaras digitales, reprodujeron en línea las valiosas piezas que conservaban. ¡Habían nacido los "museos virtuales"!

Pues no. Habían nacido las páginas web de los museos tradicionales. La nueva generación tenía poco que ver con aquellos. Dichas páginas web llegaban, a lo más a "objetos" del nuevo "museo".

Los museos de quinta generación eran algo diferente. No tenían existencia real. Eran verdaderos espacios virtuales, en que la información de la red se organizaba en galerías y recorridos. A cada paso podíamos encontrar colecciones de fotos, sesudos artículos científicos, ilusiones coleccionistas de aficionado y hasta... páginas web de museos!

Uno de los primeros modelos: el VMOC, el Virtual Museum of Computing. El VMOC nos ha dejado el nuevo concepto en estado puro. Su "plana" página, sin florituras, sin aditamentos, nos ha permitido contemplar la nueva generación desde sus orígenes. Un ejemplo más florido: el Museo virtual del Canadá.

¡Ya teníamos un cuadro más completo! Las cinco generaciones, si aceptábamos ese concepto, nos proporcionaban un panorama enormemente más rico del "museo" de lo que al principio podíamos imaginar. Ya sabiamos mucho de eso, ya... e incluso nos hemos atrevido a jugar a visionarios. Hemos explorado lo último de lo último y casi, casi, nos hemos metido en una realidad virtual que daría envidia hasta a los creadores de Matrix!!

Pero la dura realidad nos ha atrapado de nuevo. Tanta proliferación de museos nos ha llevado de nuevo a la biología e, inevitablemente, a la medicina museológica. De nuevo nos hemos acercado a los museos como seres vivos y a sus enfermedades.

Armados con los poderes de la historia, hemos construido una gigantesca herramienta de exploración clínica. ¿Pero qué demonios es, entonces, un "museo"? Con todo lo que ya sabíamos, todavía necesitábamos un nuevo concepto para responder a esa pregunta. El "proyecto educativo". ¿Que demonios es eso?

Explorando, explorando, entre "objetivos transversales" y "objetivos generales", nos hemos quedado. Cagüenlá!!

martes, 23 de enero de 2007

¡Por fin, gente!

Sí. Hemos comenzado a ver gente.

Hemos tenido que hacer un largo camino. Hemos tenido que comprender porqué muchos museos tenían de todo... menos gente. Hemos visto las enfermedades que los vaciaban... y hemos comprendido que las causas no eran sencillas.

Hemos descubierto que algunas de esas causas eran genéticas; estaban en su Historia Natural, como rasgos distintivos de su origen y evolución. Otras eran más coyunturales.

Hemos visto los efectos del "problema político" y hemos comprendido que es nuestra propia sociedad la que contiene gérmenes que infectan muchas de esas iniciativas. Hemos visto a los museos con ojos de "universitarios", de potenciales trabajadores e incluso de empresas de comunicación.

Y hemos entrado en la terapéutica. ¡Comunicación! ¡Gente! ¿Donde va la gente? ¡Busquemos las drogas milagrosas donde está la gente!

Mirados de reojo por la guía, nos hemos juntado a un grupo en visita cultural guiada. El Pelota. El preguntón. El enterao. El despistao.... Y el pasota! Hemos diseccionado al grupo en visita guiada para aprender cómo podemos cohesionarlo, interesarlo en algo más que en cuando toca la cerveza.

¡Historias! ¡Historias humanas! ¡Historias picantes! Una medicina. La diferencia entre Historia y Poesía. Historias poéticas con el museo como campo de aventuras. Los lenguajes museológicos. La comunicación al servicio de los mensajes del museo.

¿Y donde encontramos historias poéticas? Nos hemos ido a la Norte América de la posguerra y hemos saludado a... Walt Disney!! Sabíamos que mucha gente había soñado gracias a Disney. Sus películas acompañaron a toda una generación. ¿Cual es su papel en esta historia?

Visionario, empresario, poeta... comunicador. Hemos reencontrado y hemos aprendido de Disney y con Disney. Lo hemos seguido desde sus documentales a EPCOT y hemos entrevisto alguno de sus secretos. ¡EPCOT! Su gran "secreto". No consiguió verlo abierto pero allí quedaron sus huellas. ¡Un parque temático totalmente consagrado a la ciencia y al futuro! Vale la pena explorar un poco más. Una pequeña historia de EPCOT, muy ilustrativa, puede encontrarse aquí!

De nuevo cuestiones de conceptos. ¿Qué es un "parque temático"?

Esa es una pregunta fácil y difícil. Wikipedia nos envía a "amusement park". ¡Haced la prueba! El anónimo autor del articulo vive en una realidad en que ambos conceptos se mezclan... Amusement Park; Theme Park; Parque de atracciones; Parque temático...

¡Y sin embargo, Walt Disney creó sus parques temáticos, lo reconoce el mismo autor del artículo de la Wikipedia, en una época de crisis de los parques de atracciones! Ah!, el cajoncito de los conceptos! Probemos a verlo desde otro punto de vista. ¿Y si la filosofía hubiera sido completamente distinta?

Seguramente ahora ambos conceptos han vuelto a confluir... para alumbrar "Terra Mítica"! Pero la historia es un poco diferente. Prueba, prueba a echar un vistazo a una historia de los parques temáticos un poco más profesional...

¡Educación! Educación no formal, educación divertida, diversión. El "problema del nivel". ¡Hasta donde la gente aguante! Ni un punto más pero ni un punto menos. Esa era la filosofía Disney y esa es la filosofía que llenó sus parques y los sigue llenando pese a los cambios de orientación.

Discutir si los parques temáticos pueden considerarse museos es un tema que da para mucho. Por el momento nos hemos quedado con una pregunta mucho más sencilla: ¿Son buenos parques temáticos los museos? La gente... Ah! La gente...

Y ahí nos hemos despedido. Mañana exploraremos nuevamente el concepto "generación de museos". Quizá encontremos alguna más...

lunes, 22 de enero de 2007

MCA2007. Episodio 2

Hasta hoy, lunes 22 de enero de 2007, en MCA2007, cual museólogos justicieros, nos hemos dedicado a sacar a la luz los "trapos sucios" históricos de los museos. Sus orígenes genéticos, sus logros, sus virtudes y sus vicios, sus enfermedades, congénitas y adquiridas y los mitos que en su torno se han creado, han aparecido ante nosotros, teórica y prácticamente, a lo largo de las clases y visitas realizadas.

Necesitábamos hacer una reestructuración intelectual. Para ir "más allá", necesitábamos pararnos y reflexionar un poco sobre ideas que quizá estábamos aceptando como "naturales", "universales" (recordad el bolígrafo que "cae") y que son "histórico-sociales", es decir, ligadas a una sociedad y a un tiempo. Utilizando, más o menos explícitamente, los métodos del análisis histórico, la hemos hecho. Era necesaria para entender lo que viene ahora.

Además de aprender alguno de esos métodos, hemos encontrado muchas cosas. Hemos encontrado puertas, pasillos, funcionarios, objetos, paneles, maquetas, interactivos, audiovisuales y escenarios vivos, teatros, burbujas... Hemos encontrado grandes edificios y grandes palabras. Quizá, lo que menos hemos encontrado es... gente!

Eso es lo que vamos a buscar a partir de ahora. Gente. Vamos a buscar gente, con los peligros que eso comporta. Sabemos donde hay mucha gente. Hay gente en los campos de fútbol. Hay gente en las calles de una ciudad en fiestas. Hay gente en zonas saturadas de marcha. Hay gente en los centros comerciales en rebajas. Hay gente tras el televisor en horas de telebasura.

¿Quizá nuestra mente "intelectual" se inquieta? ¡Estamos hablando de CULTURA! ¿Qué tiene que ver toda esa gente con la CULTURA?

Mirémoslo de otro modo. ¿Qué tiene que ver un almacén permanentemente vacío con la cultura? ¡Qué tiene que ver un libro nunca leído con la cultura? ¡Qué tiene que ver una conferencia ante un auditorio de sillas con la cultura? ¡Que tiene que ver un documental en la tele, de "share" cero, con la cultura? "La "cultura" es una característica de la Humanidad, es decir, de la gente y del lugar y de la época en la que vive. La soledad del "creador de cultura" solo es creativa cuando le sirve para evolucionar hacia la compañía, presente o futura. La cultura necesita de la gente.

Vayamos un poco más allá. ¿La gente necesita de la "cultura"? ¿Qué es "cultura"?

Ya no caeremos en la trampa. Qué es cultura... cuando, donde, para quién? ¿Qué es "cultura" aquí y ahora, en una sociedad democrática del mundo industrial avanzado? ¡Que "cultura" necesita nuestra sociedad? ¿Cultura de masas? ¿Cultura de élites? ¿Quizá "cultura" es también un "concepto", con las bromas que nos gastan los conceptos? ¿Y si nuestro concepto de "cultura" fuera todavía del siglo XVIII, o del XIX, o del XX?

De nuevo el fantasma del "Mundo feliz", el Brave New World de Aldous Huxley nos acecha. No sería "políticamente correcto", en una sociedad democrática industrial avanzada, clasificar a la "gente" y a su posible descendencia, de por vida e inexorablemente, como gammas, o deltas, o épsilons. Cultura para alfas; cultura para deltas...

Sea lo que sea la "cultura", al menos la cultura promovida desde los poderes públicos, en la sociedad democrática industrial avanzada del siglo XXI, debe estar al servicio "de la gente", de todos. Y eso implica que para comunicar con la gente, hay que aprender de la gente.

Ahí vamos. Vamos a buscar a la gente. Y vamos a descubrir porqué "hay gente" donde la hay. Y vamos a aprender de eso para avanzar en nuestro análisis de los museos, de su evolución histórica, de su evolución social... y de su evolución actual...

jueves, 18 de enero de 2007

Expertos

¡Somos... "expertos"! ¡Ya somos expertos, al menos... en museos de primera, segunda y tercera generación!

Nos lo hemos ganado. Tras nuestra visita de hoy al Museo de la Ciencia, de Valencia, nuestros conocimientos, tanto teóricos como prácticos, nos otorgan tan honroso título. El problema es... si también nos lo otorgan los conservadores!

Porque conservadores conservadores ya no somos demasiado, no. Las experiencias prácticas, el manipular las cosas en directo, el ver a la gente, nos ha enseñado muchas cosas y nos ha derribado algunos mitos. Hoy ha caído el de la interactividad... y alguna imagen apriorística que traíamos encima, verdad?

La visita ha sido intensa. Hábiles analistas de puertas, guardarropas, aliviaderos y túneles de aclimatación, hemos entrado, decididos... para sentirnos como cabras en garaje. A nuestra costa hemos aprendido eso de los recorridos en "archipiélago", tan opuestos a los ricos recorridos en autopista, tan ordenados ellos. Hemos aprendido también alguna técnica que otra, como aquella de las direcciones privilegiadas. No lo olvidaremos, no.

Islote 1. El Exploratorio La magia de la óptica, la mecánica y la acústica. Una incierta aura de físicos nos rodeaba al salir.

Islote 2. Más física y mates y goles. A lo del mareo espacial no nos hemos animado, no. A leer todos los paneles tampoco.

Islote 3.... esto... ¿Cual era?

Imbuidos de ciencia, de botones y del síndrome interactivo-hiperactivo, hemos llevado nuestros pasos al reposo de los premios Nóbel. Esta vez, sí. Todos los paneles nos hemos leído, todos.

Apenados por el fin de la experiencia y por ver las apatitosas mesas de abajo, hemos ido a consolarnos con la última exposición del museo: Félix y la naturaleza. Novedad museológica en estado puro. Pena que tan poca gente disfrutase de ella! Vale la pena analizar la noticia de prensa. Pinchad en Félix !

Acompañados por el coro de la cena, hemos ido al Amazonas. Casi, casi un parque temático nos hemos encontrado, antes de sumergirnos en el "Bosque de los cromosomas"... y en un bienaventurado servicio. uf! Gracias, Calatrava! Concienzudo análisis, toma de tensión y síndrome del investigador-museólogo.

Merecida pausa y vuelta a clase. La sala de prensa, que amablemente nos ha cedido el museo, nos ha visto analizar las virtudes y defectos de la tercera generación, en su tiempo y en el nuestro. La imagen del "superlaboratorio de instituto" nos venía con fuerza. Pena que no fuese como en el instituto, con el profe explicando hasta las comas, muchos medios y, sobre todo, muchas visitas. ¡Hasta hubiéramos aprobado la física a la primera! La física de anteayer, pero esa es otra historia...

Un poco pensativos hemos atravesado el interface interior-exterior. A casa, por fin! Hasta el martes, que el profe ha prometido que comenzamos a construir!

miércoles, 17 de enero de 2007

Bichos!

¡Son bichos! ¡Los museos son seres vivos!

Bueno... no todos... Algunos son ex-bichos, es decir, verdaderos fósiles!

Dejemos eso por el momento y centrémonos en la idea principal del día: Podemos considerar los museos... como seres vivos!

Pero considerarlos como seres vivos implica aceptar que, como todo ser vivo, deben estar sometidos a las inexorables leyes de la evolución. En esta imagen no nos va a extrañar ver a los museos aparecer y desaparecer en el espacio y el tiempo, regidos por las dos grandes fuerzas de la lucha por la existencia y la adaptación al medio. Evolucionar. Diversificarse.

En efecto, nuestro paseo por la historia nos permitió ya identificar toda una taxonomía de museos, casi casi con sus "familias", "géneros" y "especies". De repente, el aparente caos ha dado paso a un orden sorprendente.

En esta línea, hemos introducido, por fin, un concepto fundamental: el de "generaciones". Nos han aparecido, así, museos de primera generación, de segunda, de tercera y hemos intuido que hasta de... cuarta y quinta. A los de primera generación los hemos bautizado como "museos de colecciones", recordando sus orígenes, allá por el siglo XVII. Los de segunda, los "museos de procedimientos" nacieron, como vimos, auspiciados por la Revolución Industrial.

Los de tercera son más recientes. Hijos de la guerra fría, primero "science centers" y luego "museos interactivos", estos museos se desarrollaron a partir de los años 60 del siglo XX y todavía siguen apareciendo. Aquí ha decidido quedarse Antonio!

Necesitábamos hacer un pequeño alto y coger fuerzas. Antes de seguir, hemos profundizado un poco más en las sucesivas acepciones de "museo", según el ICOM. Siguiéndolas con cuidado, hemos visto aparecer y desaparecer los "objetos" de la definición de museo, nos hemos topado con otra revolución, la del 68, y hasta hemos contado las crecientes líneas de la interminable definición de museo. La evolución del concepto de museo, en vivo!

En este revolucionario contexto, ha tomado sentido una curiosa movida, ocurrida en el mundo de los museos: La sorprendente, para el espectador no avisado... Declaración de Santiago de Chile, de 1972, y su secuela académica, la Declaración de Quebec, a la que se considera el acta de nacimiento formal de la "Nueva Museología". El mundo de los museos está un poco más agitado de lo que parecía!

Esta excursión nos ha servido para darnos cuenta de algún problema había. ¡Siguendo nuestra línea argumental, si los museos eran seres vivos en evolución, podría tener sentido introducir una "Patología Museológica"! ¡Podíamos identificar "enfermedades de los museos"!

Dicho y hecho. Las experiencias ya vividas nos permitían identificar fácilmente hasta tres "síndromes museológicos". Con la inestimable ayuda de un documento en power point, algo grande (9,4MB), hemos recorrido signos y síntomas del "síndrome del arqueólogo-museólogo", del "síndrome del Investigador-conservador" y del "síndrome del interactivo-hiperactivo". Casi nada!

Pero, todavía hemos dado un paso más allá. Enfrentados a la naturaleza de estas enfermedades, hemos reconocido las trazas de su carácter genético! Aquí nos hemos quedado, apuntando a dichas trazas, que adoptaban la forma de mitos bien arraigados incluso entre nosotros: el del "objeto", el de la "investigación", el de la "interactividad creadora" y algún otro de más hondo calado.

Mañana excursión. A las 16.00 hemos quedado frente a la entrada del Museo de la Ciencia, que da al Hemisfèric. Hay que ser puntuales!

martes, 16 de enero de 2007

El rollo histórico

Hoy nos ha tocado rollo histórico.

En honor de nuestras dos nuevas asistentes, hemos "repasado" un poco de lo que vimos el último día. Nos hemos vuelto a acordar del coleccionismo privado renacentista, con sus naturalia y artificialia (objetos de la naturaleza y del arte, para los despistados), y lo hemos visto evolucionar, con la Revolución científica como detonante y guía intelectual, hasta los museos públicos del siglo XVIII.

Pero no todas las universidades fueron tan capaces como la Universidad de Oxford, de liderar algún proceso. La cultura museológica del siglo XVIII, además de abrir las colecciones de arte al público, iba por el camino de la investigación de los nuevos mundos que se estaban descubriendo. El Jardin du Roi francés, Museum d'Histoire Naturelle tras la revolución, es un buen ejemplo del cambio que se estaba produciendo. Los "museos", más libres que las vetustas y esclerotizadas universidades, adquieren características de centros de conservación, estudio e investigación, además de seguir mostrando al público sus colecciones. Este tipo de museos, cuyas características compartirán museos artísticos, históricos y "científicos", tendrá larga, larga, larga vida, Y tanto... ¿verdad?

Siguiendo con el contenido de nuestro cajoncito histórico, hemos caido en la Primera Revolución Industrial (Entre 1760 y 1830, por decir algo). La PRI1, y luego la PRI2, nos han llenado de nuevas técnicas, nuevos objetos y nuevos procedimientos. Las "exposiciones industriales" y las más famosas "exposiciones universales" apuntaban hacia un nuevo tipo de centros, los "museos de procedimientos" de los que el primer Musée des arts et métiers era una especie de adelantado. Este tipo de museos, afectados por la Segunda Revolución Industrial y por la progresiva implantación del derecho a la educación tendría también larga, larga historia...

Siguendo con el vaciado del cajoncito nos hemos encontrado... la bomba! La bomba atómica, PUM! La bomba acabó de cambiar el mundo. ¡La ciencia se había situado en el centro del mundo! Nacieron, naturalmente, los... "Science Centers", que se integrarían en y ampliarían la familia de los "museos científicos"!

¡Tres especies diferentes de museos! Un lio! Para arreglarlo hemos introducido en la historia al... ICOM!

Lo del ICOM y su "definición de museo" es una historia también larga, que apenas hemos contado. Sabemos... que es larga. ¡Tendremos que explorarla un poco más!

Y en esto que... se nos ha acabado el tiempo. Hemos introducido, eso sí, una última idea perversa... ¿Y si estas especies fueran parte de una línea evolutiva en vías de extinción, a pesar de su aparente "buena salud pública"? ¿Y si las propias ideas de base que las soportan fueran ya parte del pasado?

Con eso nos hemos, sí, despedido.

jueves, 11 de enero de 2007

¿Museos?

¡Hemos ido de excursión!

Hemos visitado el ¿Museo? de Prehistoria, el ¿Museo? de Etnología y el ¿Museo? de la Ilustración y la Modernidad. Hemos aprovechado bien la tarde!!

La hemos aprovechado bien, sí, pero no por el número sino por las experiencias. Experiencias hemos tenido bastantes... y algunas inesperadas, espero!

¿Quizá hemos visto los museos con unos ojos un poco diferentes de los que traíamos al principio? ¿Cómo es posible? ¡Nos hemos fijado más en las puertas que en los contenidos! Así, al paso al paso, como si nada, hemos ido introduciendo algunos conceptos curiosos: el "interface exterior-interior"; el "túnel de aclimatación"; las "burbujas"; las "transiciones temáticas" y, sobre todo, la "comunicación". La de juego que pueden dar en esta cosa! Todo sea por el público. Por hacer más interesante la experiencia al público visitante. Por comunicar mejor con él.

Comunicación. De "comunicación" hemos hablado bastante. De "no comunicación", porque no había nadie a quien comunicar. De buena y de mala comunicación. De ocasiones perdidas y de ocasiones aprovechadas. La columna, ah! como hemos contemplado la columna!! Nunca hubieramos pensado en reflexionar tanto sobre una columna, verdad?? De repente, los museos se han convertido en un objeto de estudio diferente.

De eso se trataba. De ver los museos con ojos diferentes. Con ojos de nuevo museólogo, aunque todavía no hemos hablado de "Nueva Museología". Algunos "mitos museológicos" se han tambaleado un poco. El mito del "objeto precioso", el mito del "rigor panelístico"... Algunos otros se tambalearán todavía...

Hemos profundizado en eso del "almacén". Hemos vuelto a ver "almacenes", muchos almacenes... desiertos. Daba que pensar, no?

Y hemos visto algunas cosas raras. Monjes, cortesanas y científicos-segurata! Una ruedamóvil! Teatros. Música, mucha música. Espectáculos audiovisuales. En un "museo"! ¿Pero que tipo de museo es ese?

No hemos podido evitar pronunciar palabras "malditas". "Parque temático". ¿Hemos estado en un parque temático? ¿Y eso es también un museo?

Ha aparecido el concepto misterioso. "Generaciones de museos". Primera generación; segunda generación; cuarta generación. ¡Y parece que hay más! Hemos de profundizar en eso. Todavía nos quedan sorpresas.

miércoles, 10 de enero de 2007

Vaciamos la caja! (segunda parte)

La visita.


Pues sí. ¡Hemos visitado del Almacén Histórico Militar!

A las 17,25 llegamos a la puerta. Cuatro, somos cuatro. ¿Llevan cámaras? No. Adelante.

Entramos. El profe callado. Un tanque! La nostalgia de la mili!

Salas, objetos, vitrinas, maquetas, dioramas, objetos, objetos objetos, pistolas, sables, ametralladoras, banderas, cuadros, vitrinas, vitrinas...

¿No falta algo? El profe con cara misteriosa. Andamos, andamos, andamos, una sala, otra, más objetos, más vitrinas...

¿No falta algo? Ah! Sí. Alguien que los mire!

De ahí, de ahí venía lo del "Almacén Histórico Militar"!

Habrá que hablar más de eso del "público", verdad?

¡Vaciamos la caja! (primera parte)

Eso. Hemos vaciado simbólicamente la caja que tenía la etiqueta "museo"!

Uf! Había un montón de cosas. Un inmenso montón de cosas... y nos hemos dado cuenta de que necesitábamos mucha energía para abordar la tarea de entender porqué había tantos "particulares" dentro.

De manera, que hemos echado un pasito atrás para coger impulso. Hemos vuelto a reflexionar sobre el porqué de la caja y sobre lo que podría haber caído dentro a lo largo de la historia. Hemos aprovechado el repaso para hacer alguna broma más sobre el "concepto" universal de "museo" y hemos decidido ir a ver, inmediatamente, ya, un museo!

Dicho y hecho. A las 17,15 nos hemos ido... al Museo Histórico Militar!! La visita merece ser objeto de comentario aparte, véase la segunda parte... Casi suena a Groucho Marx...

Hemos vuelto sobrecogidos. Refresco, y vuelta a clase. ¿Hemos visto un museo? Yo callado. Diversidad de opiniones hasta que hemos caído en la cuenta del detalle fundamental de la visita: estábamos solos! Todo el museo para nosotros solos! Nadie, no había nadie más... y eso que cerraban a las 8 de la tarde!

Y nos hemos preguntado... ¿Qué definición le iba mejor a aquello? ¿Museo... o almacén? ¿Almacén Histórico Militar? Casi le cuadraba más el nombre, verdad?

Eso nos ha llevado a considerar la importancia del público en un museo. Hemos concluido, quiero pensar, que "No público, no museo" ¡Almacén!

Armados con tan útil herramienta de análisis, hemos decidido estudiar un poco mejor la experiencia de los museos en la historia. El parámetro tiempo, ah! el tiempo! Nos hemos metido en faena. A bucear en la historia. Sobre la mesa han aparecido los primeros libros. Hay que leer... al menos la Wikipedia...

El Museo de Alejandría. El museo, su tiempo... y su contexto. Griegos en Egipto. Investigadores, enseñantes, la biblioteca, nada de objetos preciosos... Casi, casi el Museo de Alejandria no aparece en el cajón!

Hemos saltado sobre el coleccionismo medieval y nos hemos metido en el Renacimiento. Ah! las colecciones principescas... Naturalia, artificialia... Objetos! Objetos singulares, preciosos, raros, valiosos...

Pero, el Renacimiento se ha abierto a la Revolución Científica. La Ciencia! Clasificar, estudiar, hacer teorías. Tener los objetos en montones ya no quedaba "in". El objeto como objeto de estudio, nunca mejor dicho.

¿Y quien podría estudiar? Ah! El público! ¿Museos... públicos? Herejía!

Bueno, no tanto. Los ingleses de la Universidad de Oxford, tan suyos, se ponen a discutir sobre el acceso al museo de la Universidad. Que se abra! Nace el Ashmolean Museum, abierto en 1683... a quien pague la entrada!

La Revolución Científica y el cambio de mentalidad. El estudio de la realidad, de la naturaleza, del arte. Museos para el estudio... de los objetos que valgan la pena. La Ilustración, la ciencia ilustrada, los viajes científicos y las colecciones.

En ese momento nos hemos puesto a hablar sobre el caracter precioso de los "objetos museables". Lo ha pagado el Museo de cerámica González Martí! Casi horrorizados, nos hemos enterado de que allí se exponen objetos de cerámica de andar por casa!! El puchero de la abuela!! Revolución!

Entender esa revolución requería de una nueva zambullida en la historia de las revoluciones. Entre revolución científica y revoluciones políticas... nos hemos plantado en la Revolución Industrial. Ahí nos ha cogido la guadaña del tiempo. Mañana excursión, al Museo de Prehistoria y al Museo de la Ilustración y la Modernidad.

martes, 9 de enero de 2007

¡La silla!

Primera clase de MCA2007. Cuatro asistentes sobre 11. Tres excusados. Faltan cuatro que no se han enterado que empezábamos. Hemos aplazado la experiencia práctica prevista, la visita sucesiva al Museo de Prehistoria y al de la Ilustración, hasta el jueves.

Y de que hemos hablado? Hemos aprendido, o mejor, desaprendido, un montón de cosas que no esperábamos! Entre otras menos importantes o menos confesables, como la historia de alguna cadena... hemos aprendido qué es una silla! ¿O lo hemos desaprendido?

No. Algo de eso hemos aprendido. Hemos aprendido que una silla es... la etiqueta de un cajoncito! También hemos aprendido, por ejemplo, que la gravedad es otra etiqueta de otro cajoncito, y así sucesivamente...

¿Y para qué nos ha servido tan profundo conocimiento? Puesss... para darnos cuenta de una cosa muy importante! Para darnos cuenta, ni más ni menos, de que... los "conceptos" son históricos!!

¿Y para qué le hemos dado tantas vueltas a eso de que "los conceptos son históricos"? Puesss... Para entender bien algunos conceptos, entre otros, el concepto de museo!

De manera que un museo es la etiqueta del cajoncito en el que hemos puesto todos los "particulares" de todos los museos que hemos visto a lo largo de toda la historia, y todo lo que se nos ha ocurrido al ver esos detalles.

Así lo hemos dejado todo preparado para mañana. Mañana volcaremos el cajoncito sobre la mesa, miraremos todo lo que ha salido y... haremos ciencia. Es decir, trataremos primero de clasificarlo, luego organizarlo y luego construir alguna teoria al respecto, que podamos contrastar con más museos y más "particulares".

Y así nos hemos despedido... hasta mañana!

MCA. Episodio 1

Hoy es el día. Hoy empezamos la aventura MCA2007. Hoy daremos un paso importante en el camino que nos llevará a la meta!

¿Y cual es la meta en MCA2007? Esta pregunta tiene una respuesta fácil y una difícil. Comencemos por la fácil.
¡La meta de MCA2007 es alcanzar los objetivos previstos en la guia docente del curso! Fácil! No?

¿Y cuales eran esos objetivos? Los tenemos, naturalmente, en la página web de MCA, www.uv.es/ten/p31.html y podemos recordarlos aquí:

1. Establecer los contenidos conceptuales de la palabra "museo".
2. Elaborar una Historia Natural de los museos, como seres “vivos”, basada en la idea de "generaciones".
3. Esbozar las bases de una “Medicina museológica”.

Ahora la difícil. Pero antes conviene precisar un aspecto importante: En el marco de los programas de doctorado "Historia de la ciencia" y "Documentación científica", MCA2007 es más un medio que un fin. Nos interesa más el camino que la meta o, mejor, el camino es la verdadera meta! Ya, ya, ya había avisado que esta era la difícil... ¡Pero por eso, el premio, si se alcanza la meta, es mayor!

Avancemos un poco más en el camino y podremos comenzar a entender por donde vamos. Los objetivos de MCA son, sin duda, importantes en nuestro contexto. Pero más importante es entender porqué necesitamos alcanzarlos y, sobre todo, cómo se alcanzan objetivos de ese tipo con las herramientas de la Historia de la Ciencia y la Documentación Científica.

Los que nos importará más aquí es comprender que los conceptos con los que construimos nuestro universo intelectual evolucionan, cómo evolucionan y como las disciplinas académicas que nos interesan contribuyen a que entendamos mejor este proceso evolutivo.

De eso hablaremos hoy.
De evolución.
De influencia del medio.
De modificaciones genéticas.
De lucha por la existencia.
De dominio.
...y de decadencia...
...y de nuevas especies...


Hablaremos de historia y evolución de los conceptos.
Hablaremos del concepto de Historia de la Ciencia.
Hablaremos del concepto de Documentación científica.
Y, si nos da tiempo, hablaremos del concepto de Museo.

lunes, 8 de enero de 2007

Comienza el segundo cuatrimestre!

Pues eso, comienza el segundo cuatrimestre!

En él nos veremos las caras yo, inevitablemente, y los alumnos de "Diseño y presentación de informes y trabajos científicos", los de "La comunicación oral del trabajo científico" y los de doctorado, que disfrutarán de la "Museología científica actual".

Cada curso es una nueva aventura. La experiencia del pasado, de los ya muchos pasados ahora que voy a por mi duodécimo trienio, y las innovaciones del presente, hacen que este curso tenga muchas novedades en todas las asignaturas. Déjame que pase revista, muy rápidamente, a las más importantes:

En "DPTIC", junto al clásico documento de literatura gris y sus secuelas publicables, a las que dotaremos de un riguroso y sesudo "lenguaje académico", seguiremos explorando las nuevas tecnologías.
La edición de una página web también se puede considerar ya un clásico, pese a que para mucha gente todavía aparezca como algo inalcanzable. veremos que no lo es y a final de curso contemplaremos, contentos, nuestra propia web científica, en la que lucirá, espléndido, nuestro trabajo de curso. Pero eso ya es, también parte del pasado. Este año nos lanzaremos a la publicación de un "blog" científico. Veremos ejemplos de lo que se está haciendo por ahí, comprenderemos la filosofía que se esconde tras esta herramienta de comunicación y... haremos un blog!
Sí, haremos un blog e incluso aprenderemos a hacerlo sonar! Nos adentraremos, sí, con prudencia, en el mundo del "podcast" y miraremos un poco a través de la ventanita del futuro. Nos esperan cosas apasionantes... y otras no tanto pero necesarias en este mundo académico en que nos movemos...

En "COTC" seguiremos jugando con la voz... y con las manos! Este año, el segundo en que se imparte la asignatura, haremos especial énfasis en los aspectos escénicos de la comunicación científica oral. ¡Haremos teatro! Grandes experiencias nos esperan...

Por fin, en "MCA" hemos cambiado mucho los contenidos del curso. Todo él se centrará en un concepto clave, el de "generaciones de museos", ya presente en otros cursos y que en este se convertirá en el hilo conductor de toda la experiencia. Nos va a dar mucho juego, tanto a los interesados en la Historia de la Ciencia pura y dura, como a los que tienen sus intereses puestos en la comunicación científica, pasada y actual, como a los que han decidido explorar las bases de la documentación científica y que este año son muy numerosos. El curso se convertirá en un ejemplo del uso de una de las más potentes herramientas de la Historia de la Ciencia, el análisis histórico-conceptual, al servicio de la exploración del universo intelectual actual. Seguiremos explorando!