jueves, 25 de enero de 2007

El Santo Grial

¡Nunca lo hubieramos imaginado! El "proyecto educativo" del que hablábamos es, nada más y nada menos, una manifestación museológica del Santo Grial, versión Indiana Jones.

En efecto. Repasemos las virtudes de tan singular cáliz: Previene del envejecimiento, cura las enfermedades y transforma lo vulgar en sublime. Talmente! De este Grial habíamos visto sus primeras potencialidades: Su sola presencia, bien manifestada, aseguraba la adecuación de los objetivos transversales y de los objetivos generales de una propuesta museológica, a su contexto histórico-social y cultural. La errónea selección o adecuación de estos objetivos aseguraba una evolución patológica. Nada más y nada menos: Salud o enfermedad.

En este camino, hoy hemos profundizado en otras no menos importantes: La primera tiene que ver con eso que tanto hemos buscado: la gente.

¿Para quien, el museo? ¿Para "todo el mundo"? Siii!!! Bueno... NOOOO!!!

Esto... Sí y no. Para todo el mundo, junto, pero no revuelto. "Todo el mundo" es una colección de montoncitos de gente, agrupada por determinadas características: edad, educación, residencia, intereses, circunstancias familiares... Todas las que genera esta sociedad en que vivimos.

Y esto debe ser así porque cada colectivo que se pueda individualizar responde a unas esperanzas, a unas exigencias, a unas necesidades específicas. Solo conectando con ellas se puede llegar a interesarlos y engancharlos en los objetivos generales que hemos elegido, en un mundo en que no faltan propuestas de distracción.

"Públicos objetivo". Ya podemos utilizar propiamente esta terminología. Un buen proyecto educativo hace una buena selección de públicos objetivo. Un mal proyecto educativo hace una selección inadecuada. Las consecuencias: una nueva enfermedad genética con la que deberá cargar el proyecto. museológico y cuyos signos sueles estar asociados al vacío.

Bien hecha la selección, viene una nueva elección: ¿Y qué pretendemos de ellos? ¿Que deberá aportar nuestra propuesta museológica a cada uno de esos públicos objetivo?

Está claro que no se puede pretender lo mismo de todos, ni que todos lean los mismos paneles, que lean algo, incluso! El proyecto educativo debe seleccionar, para cada público objetivo, una serie de "objetivos específicos". Lo que cada miembro de ese montoncito particular puede llegar a alcanzar, desde unas sonrisas a una tesis doctoral.

Todavía no hemos nombrado los "contenidos" de nuestro museo. No hay que procuparse. En un buen proyecto educativo, todavía no tocaba. Toca ahora.

Un museo es una propuesta de educación no formal que se plantea en función de los NIVELES en que cabe interaccionar con los visitantes. Es decir, NO es una propuesta de educación formal, una clase, vamos. En un museo cabe pretender que sean los propios contenidos, desde objetos preciosos a seres vivos, del museo los que transmitan, comuniquen, fomenten que los visitantes se enganchen, disfruten, alcancen los objetivos que se pretendían cuando se promovió el museo. Para eso se invierte el dinero, no?

Ahora, es ahora, cuando deben diseñarse las actividades que tendrán lugar en el museo. Desde mirar extasiados un objeto notable a escudriñar una maqueta, tocar cuatro botones, rodearse de luz y sonido o dialogar con un ser singular. Un buen diseño de actividades tendrá como premio el que cada público, a su nivel, disfrutará, apreciará, guardará en su bagaje cultural, comprenderá aquello que se pretendía al pensar en él como "cliente" del museo.

Y cada actividad vendrá representada por un módulo de comunicación. ¿Un planetario? ¿Un objeto único? ¿Un panel kilométrico? Lo que toque!

Ahí está el tema: en elegir los contenidos en función de los objetivos y no al revés. Muchas veces tener cien objetos preciosos es más perjudicial para la buena comunicación de un museo que uno solo, bien contextualizado. Nos lo enseñó bien el Museo de Prehistoria!! La mala elección, también sabemos ya, por experiencia directa, a donde conduce.

Es decir: todas la elecciones a que conduce nuestro Grial, nuestro "proyecto educativo", son críticas. Error de elección = error genético = museo enfermo. Acierto = gente satisfecha = museo lleno = vida eterna!

Es poderoso nuestro Grial. Transforma fósiles en seres llenos de vida, pero mál utilizado reduce grandes inversiones, y grandes esperanzas, a puro polvo.

Nos hemos puesto solemnes. Hora es de terminar. El camino ha sido largo, Mucha la historia natural que ha pasado ante nuestros ojos. Se han sucedido las generaciones, el progreso, la renovación, el éxito evolutivo. Han aflorado las enfermedades, genéticas y oportunistas. Hemos construido nuestro arsenal terapéutico. Corto, demasiado corto ha sido el tiempo. Pero nos ha transformado. Nunca más miraremos los museos con los mismos ojos.

Gracias por vuestra atención y por vuestro esfuerzo. Gracias. Espero haber sido digno de ese esfuerzo.