¡Son bichos! ¡Los museos son seres vivos!
Bueno... no todos... Algunos son ex-bichos, es decir, verdaderos fósiles!
Dejemos eso por el momento y centrémonos en la idea principal del día: Podemos considerar los museos... como seres vivos!
Pero considerarlos como seres vivos implica aceptar que, como todo ser vivo, deben estar sometidos a las inexorables leyes de la evolución. En esta imagen no nos va a extrañar ver a los museos aparecer y desaparecer en el espacio y el tiempo, regidos por las dos grandes fuerzas de la lucha por la existencia y la adaptación al medio. Evolucionar. Diversificarse.
En efecto, nuestro paseo por la historia nos permitió ya identificar toda una taxonomía de museos, casi casi con sus "familias", "géneros" y "especies". De repente, el aparente caos ha dado paso a un orden sorprendente.
En esta línea, hemos introducido, por fin, un concepto fundamental: el de "generaciones". Nos han aparecido, así, museos de primera generación, de segunda, de tercera y hemos intuido que hasta de... cuarta y quinta. A los de primera generación los hemos bautizado como "museos de colecciones", recordando sus orígenes, allá por el siglo XVII. Los de segunda, los "museos de procedimientos" nacieron, como vimos, auspiciados por la Revolución Industrial.
Los de tercera son más recientes. Hijos de la guerra fría, primero "science centers" y luego "museos interactivos", estos museos se desarrollaron a partir de los años 60 del siglo XX y todavía siguen apareciendo. Aquí ha decidido quedarse Antonio!
Necesitábamos hacer un pequeño alto y coger fuerzas. Antes de seguir, hemos profundizado un poco más en las sucesivas acepciones de "museo", según el ICOM. Siguiéndolas con cuidado, hemos visto aparecer y desaparecer los "objetos" de la definición de museo, nos hemos topado con otra revolución, la del 68, y hasta hemos contado las crecientes líneas de la interminable definición de museo. La evolución del concepto de museo, en vivo!
En este revolucionario contexto, ha tomado sentido una curiosa movida, ocurrida en el mundo de los museos: La sorprendente, para el espectador no avisado... Declaración de Santiago de Chile, de 1972, y su secuela académica, la Declaración de Quebec, a la que se considera el acta de nacimiento formal de la "Nueva Museología". El mundo de los museos está un poco más agitado de lo que parecía!
Esta excursión nos ha servido para darnos cuenta de algún problema había. ¡Siguendo nuestra línea argumental, si los museos eran seres vivos en evolución, podría tener sentido introducir una "Patología Museológica"! ¡Podíamos identificar "enfermedades de los museos"!
Dicho y hecho. Las experiencias ya vividas nos permitían identificar fácilmente hasta tres "síndromes museológicos". Con la inestimable ayuda de un documento en power point, algo grande (9,4MB), hemos recorrido signos y síntomas del "síndrome del arqueólogo-museólogo", del "síndrome del Investigador-conservador" y del "síndrome del interactivo-hiperactivo". Casi nada!
Pero, todavía hemos dado un paso más allá. Enfrentados a la naturaleza de estas enfermedades, hemos reconocido las trazas de su carácter genético! Aquí nos hemos quedado, apuntando a dichas trazas, que adoptaban la forma de mitos bien arraigados incluso entre nosotros: el del "objeto", el de la "investigación", el de la "interactividad creadora" y algún otro de más hondo calado.
Mañana excursión. A las 16.00 hemos quedado frente a la entrada del Museo de la Ciencia, que da al Hemisfèric. Hay que ser puntuales!